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Palabra hablada, palabra tejida, palabra hecha gesto: otros soportes en las bibliotecas (7 de 7)

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Decolonizando

Palabra hablada, palabra tejida, palabra hecha gesto: otros soportes en las bibliotecas (7 de 7)

 

[Esta es la séptima y última parte de una conferencia presentada en la I Bienal de la Cultura Escrita BibloRed 2024, organizada por BiblioRed (Bogotá, Colombia, 25.sep.2024). El texto completo puede descargarse desde GoogleDrive o Acta Academica].

 

Posdata
Decolonizando

El proceso de descolonización de la memoria es un desafío fundamental que requiere una acción consciente y decidida. No se trata de un simple discurso teórico: debería ser una práctica activa y transformadora que comience por cuestionar y redefinir qué entendemos por conocimiento, quién tiene el poder de producirlo y cómo se conserva y transmite. Debería ser un llamado a transformar las bibliotecas en centros de resistencia cultural y política, donde la palabra escrita comparta el escenario con el gesto, el grito, el arte y la materia.

Para lograr esta transformación, es crucial que las bibliotecas adopten un enfoque inclusivo y equitativo hacia las diferentes formas de saber: la llamada "justicia epistémica". Esto implica reconocer y valorar las formas de memoria que han sido históricamente marginalizadas o ignoradas por las estructuras hegemónicas en el poder. Las bibliotecas deben convertirse en espacios de acogida y de celebración de la diversidad cultural y epistemológica, donde cada forma de expresión, desde los relatos orales hasta los artefactos materiales, tenga un lugar para ser preservada y apreciada.

El desmantelamiento de las jerarquías del conocimiento implica un cambio de paradigma en la forma en que se conciben y gestionan saberes y recuerdos. En este contexto, la descolonización requiere obligatoriamente de una revaluación de las prácticas archivísticas y bibliográficas, para asegurar que estas sean inclusivas y representativas de la pluralidad de voces y experiencias.

Al atravesar este proceso, no solo se ampliaría la comprensión del mundo y de sus habitantes, sino que también se fortalecerían los distintos tejidos sociales y culturales. Las bibliotecas, en esa nueva configuración, podrían ser faros de inclusión y pluralidad en donde la información se conserva, pero también se vive y se experimenta de manera dinámica y significativa. Este enfoque no solo enriquecería a las propias instituciones culturales, sino que también contribuiría a la construcción de una sociedad más equitativa y justa.

Las bibliotecas deberían convertirse en lugares en donde el conocimiento se manifieste en toda su complejidad y diversidad. Ese es el desafío y la oportunidad: un llamado a actuar con valentía y creatividad para construir un futuro en el que cada forma de saber tenga su lugar en el gran tapiz del conocimiento humano.

 

Acerca de la entrada

Texto: Edgardo Civallero.

Fecha de publicación: 19.11.2024.

Foto: "What does it mean to decolonize design?". En AIGA Eye on Design [Enlace].